“Un país, una región, una ciudad, que no tiene cine documental, es como una familia sin álbum de fotografías, es decir, una comunidad sin imagen, sin memoria. No me cansaré de repetir esta frase”. Con esta afirmación el chileno Patricio Guzmán, uno de los grandes documentalistas de Latinoamérica y considerado en su país como el […]
Por Alejandro Machacuay. 28 febrero, 2014.“Un país, una región, una ciudad, que no tiene cine documental, es como una familia sin álbum de fotografías, es decir, una comunidad sin imagen, sin memoria. No me cansaré de repetir esta frase”. Con esta afirmación el chileno Patricio Guzmán, uno de los grandes documentalistas de Latinoamérica y considerado en su país como el “centinela de la memoria”, nos ilustra sobre la transcendencia que tiene el documental hoy en día.
El documental es muy importante como medio para tratar temas, personajes, situaciones; y también, como una herramienta política y de reflexión. No hablamos del típico documental que muestra una geografía o el crecimiento de una planta, sino del género que narra, con imágenes y sonidos, historias surgidas de la realidad que nos rodea. Pueden ser grandes historias o pequeños relatos cotidianos; historias personales que piden ser contadas, tan ricas que muchas veces superan los relatos de ficción, y siempre con el punto de vista personal del director.
El documental atraviesa por un gran momento. La era digital permite el aumento de producción de películas de no ficción de lo real, obras que denuncian, destapan “verdades incómodas”. Además, es una buena alternativa frente a la pobreza de contenidos en el periodismo televisivo o a la excesiva oferta de ficción. Este gran momento se nota en la entrega del Oscar a la categoría de mejor documental largo. La difusión de las películas ganadoras y de las nominadas tiene bastante aceptación en las salas de cine (sobre todo en EE. UU y Europa), aunque su difusión más común sea en los festivales de cine. En el Perú se han podido ver a través del cable y en los formatos de DVD y Blu Ray.
Lo mejor de la categoría
Varias películas ganadoras del Oscar de está categoría se recuerdan por el impacto que tuvieron y la aceptación del público y la crítica, como: los ganadores del 2002 al 2005. El 2002, ganó el Oscar Bowling for columbine, del controvertido Michael Moore, quien aprovechó el momento de la premiación para denunciar públicamente a George W Bush por la invasión de Irak en el 2003. Con un estilo peculiar donde se mezcla la tragedia y la comedia, la película da cuenta sobre la violencia en EE. UU y su relación con las armas de fuego.
El 2003 se llevó la estatuilla The fog for war (Rumores de guerra) dirigida por el afamado Errol Morris. Para muchos, la película es de obligado visionado para comprender una parte importante de la historia siglo XX. Google video la ofrece subtitulada en 17 idiomas. El Secretario de Defensa, durante el mandato de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, Robert S. McNamara, concede por primera vez testimonio de algunos de los sucesos más transcendentes de la historia estadounidense contemporánea: el bombardeo de Tokyo, la crisis de los mísiles con Cuba y las consecuencias de la guerra de Vietnam.
El 2004, el premio fue para Born into Brothels: Calcutta’s Red Light Kids, (Los niños del barrio rojo), dirigida por Ross Kauffman y Zana Briski. Conmovedor documental que cuenta cómo una fotógrafa neoyorquina intenta ofrecer un mejor futuro una unos niños hijos de delincuentes y prostitutas de la India; cómo: enseñándoles a manejar una cámara de fotos.
La Marche de l’empereur (La marcha de los pingüinos) obra de producción francesa dirigida por Luc Jacquet, otro gnador, retrata de manera el ciclo de vida de los pingüinos emperadores en la Antártida. Es narrada por Morgan Freeman.
Como se puede ver la temática de estos documentales son de denuncia, política, historia, naturaleza, social, arte pero con dos elementos en común: particular punto de vista del director y un tratamiento cinematográfico creativo.
Los nominados del 2014
Este año, los nominados al Mejor Documental largo tiene temas similares a las películas antes mencionadas: la denuncia, política, el arte, la música de manera concreta. Tres son producciones estadounidenses: Cutie and the Boxer dirigida por Zachary Heinzerling, Dirty Wars dirigida por Rick Rowley y 20 Feet from Stardom del director Morgan Neville. Los otros países que compiten son Egipto con The Square dirigida por Jehane Noujaim y Dinamarca con The Act of Killing, dirigida por Joshua Oppenheimer.
Cutie and the Boxer y 20 Feet From Stardom tienen pocas posibilidades de ganar; sus temas son el arte y la música. Recordemos que en el 2013 ganó Searching for Sugar Man, que cuenta la historia de un anónimo músico Folk de ascendencia hispana, es difícil que la Academia elija una temática similar este año. La primera retrata la relación de una pareja de artistas japoneses que viven en Nueva York peor, aunque ambos son artistas, su convivencia no siempre es armoniosa, toda una historia de amor. La segunda es un homenaje a las coristas, a los que les hacen el backup a grandes cantantes como Bruce Springsteen, Stevie Wonder, Mick Jagger. Cuenta lo que no cuentan los documentales de la historia del rock.
Las otras tres nominadas tienen como temas la política. Son documentales de denuncia que han tenido gran impacto en el público y crítica. Una vez más a través de un documental se saca a la luz hechos oscuros del gobierno de EE.UU, Dirty Wars se basa en las investigaciones del periodista Jeremy Scahill quien destapa una red de guerras encubiertas dirigidas por el gobierno estadounidense. The Square da cuenta de un hecho de la historia reciente la Revolución egipcia del 2011. Se rodó en la plaza Tahrir y narra la lucha de cinco jóvenes activistas que armados solo de sus cámaras y usando las redes sociales buscan cambios en su país. Es inevitable asociar este documental con los últimos acontecimientos en Venezuela.
La favorita
La gran favorita para este año es Act of Killing que hemos podido ver gracias a su versión en blu ray. Producida por dos grandes directores de documentales como Errol Morris y Werner Herzog, la película ha sido aclamada por la crítica y el público. Es una obra perturbadora, con una propuesta original en su narración cinematográfica, con un protagonista que muestra su lado más oscuro y humano a la vez. En 1965 el gobierno de Indonesia fue derrocado por el ejército, más de un millón personas fueron asesinados. En el documental, uno de los asesinos cuenta cómo cometió esas matanzas, una historia de barbarie e impunidad.
La categoría al Oscar a mejor documental en la ceremonia a la academia nos hace ver que Hollywood no todo es glamour y grandes estrellas e historias de ensueño, los documentales no hace poner los pies en la tierra en lo real.